DEDICADO A TODAS LAS MUJERES QUE VIAJAN EN: PATERA, CHALANA, BOTE, CANOA, BARCAZA, LANCHA, GABARRA, BARQUICHUELA, ESQUIFE, FALÚA, CHINCHORRO O CAYUCO.....Me preguntas ¿quién soy? De ¿dónde vengo? ¿Cuál es mi acento, mi dios, mi costumbre? Me seleccionas, me manejas, me pones en fila, en grupos, en furgones, en salas, en camastros, literas, tiendas con la cruz en rojo de sangre.Me zarandeas, me empujas, me limitas, me marcas, me tocas –con guantes eso sí- pero me tocas.Me das una manta, un bocadillo, un chándal colorado, un papel con datos, con firmas, con acentos y mayúsculas, muchas mayúsculas. Y paso de ser un rostro anónimo, aterrado y aterido de frío a ser una cifra, una ecuación, un teorema, una imagen fragmentada, un voto de circunstancia, ante la impasibilidad de tantos párpados escleróticos y tantos corazones indiferentes. Y así, poco a poco, a cada nueva vuelta de tuerca, dejo de tener nombre, acento, costumbre, rostro, manos, piel, deseos, dioses y hasta PALABRA.Pero eso sí, SOY un número en una estadística, un renglón perdido en una Ley, una arenga en un miting, una agonía latente, para ser al final del largo túnel: una viajera con billete de vuelta pagado.Y LA VIDA SIGUE...
Consol S. Buendía.