dimarts, 12 de febrer del 2008

TINIEBLAS QUIERO SIN PREGUNTAS








Tinieblas quiero sin preguntas,
espacios invisibles, besos sin forma.
Salto, caigo, me rindo obediente,
sufro inútilmente tus manos.
Pido eternidad al sueño
como arenalamento ancho y hueco.
Invento morir sin cicatrices
sin más pausa
que tu voz desordenada.


Has amanecido lívida
en el fondo sin fondo
de mi costumbre.
Única, inocente, atávica
luz, simetría del agua
en tus pupilas.


Vendimio tu cuerpo
palpito al ritmo de tu tacto
vértigo del secreto sin retorno
distante de la orilla
donde se escapa el mundo
entre mis dedos.
Indecisa y vaga
abandono adjetivos.
Heredo de ti la tarde que termina.


Lluvia de ámbar tibio
lágrimas que ruedan por las horas
paisajes de hojarasca gris,
humo en el cuello, reptante circunloquio
mientras habitas conticinios.
Silencio quieto detrás de la noche
el misterio en el aire, tu ausencia.


Mi horizonte lo sigue transitando
tu recuerdo urgente y escondido
vertical tu cuerpo, tu alma horizontal.
Sentir que el temblor de morir
es más que muerte, es olvido de serte
de llamarte por tu nombre
que retorna del caos atónito.



Consol S. Buendía