diumenge, 16 de desembre del 2007

CON LOS AÑOS




Con los años ....

Ya no navegamos buscando
mares infinitos ni horizontes azules,
ahora nuestra barca surca aguas más dóciles
y fondea en puertos de familiares orillas.

Con los años ...

Ya no corremos en pos
de una esquiva felicidad siempre distante,
y adquirimos la íntima evidencia
de que su fruto es interno y su aroma particular.

Con los años...

Nuestra carne no vive sujeta
a los mórbidos vaivenes del deseo
ama las horas compartidas
y teje la red de un futuro incierto.

Con los años...

BOICOT




“Si continúa esta situación, me volveré loco”, pensaba Luis mientras buscaba el porqué de aquel fenómeno. Ocurría desde no hacía mucho tiempo, pero apenas intuía algún motivo que causara tal desaguisado. ¿Y si escribiera a Amadeu? Quizás le ayudaría.

Estimado Amadeu:

Se sorprenderá recibir esta carta, luego largo silencio. Ya habrá adivinado
motivo misma. efecto, problema -- tanto extravagante-- se presenta desde
tiempo hasta esta parte. hecho es, al escribir algo, palabras más repito escapan
papel, dejando estos horribles huecos destruyen continuidad lo escrito.

He pensado Ud., dada calidad miembro RAE, podría ayudarme
resolver caos.
Esperando noticias, saluda afecto,

Luis


Apreciado amigo Luis:

En verdad, su misiva me ha sorprendido muy notablemente y confieso estar, por vez primera, ante un hecho de tal envergadura. Asimismo asevero que me resulta imposible encontrarle solución.

Entre mis más apreciados colaboradores, hay uno que –particularmente-- merece mi profundo respeto profesional. Es médico siquiatra y si Ud. no se opone, podría mediar a su favor para conseguirle una pronta entrevista.

Saludos cordiales,
Amadeu

* * * * *

-- Estoy convencido Joan responsable lo me ocurre. fenómeno inicial fue través
escritura. Ya ve, doctor, ahora ha extendido habla. medida transcurre tiempo,
problema agrava llegará punto quedaré mudo. Empiezo desesperar.

-- ¿Quién es Joan?

-- profesor “Taller escritura” al asisto. Con esa insistencia en eliminemos
palabras repetidas, parecería éstas hubieran cobrado vida, menos, pensaran sí mismas, ofendiéndose ser discriminadas. Toda búsqueda solución resultado infructuosa.
ruego encarecidamente me ayude encontrarla.

-- Aunque le parezca mentira, este defecto es general a todos los profesores de Literatura. Ya han sido tratados casos similares al suyo, consiguiendo resultados francamente satisfactorios. El mal que Ud. padece se llama “Síndrome del Novel Literato”. Pongo a su disposición unos ejercicios que deberá realizar según el orden indicado. Tranquilícese: ¡lo combatiremos! Vuelva a visitarme en quince días y verá los avances...

Perplejo salió Luis del consultorio con aquel obeso carpetón, conteniendo cientos de hojas con instrucciones casi ininteligibles. Por la noche se sentaría a desenredar semejante maraña, tarea necesaria para volver a ser él mismo.

-- ¿Sabía que tuve el Síndrome del Novel Literato?

Aquella carta que me escribió sembró en mí tal preocupación que, aun intentando no manifestársela, ipso facto me puse en contacto con mi amigo, el doctor Vergara.

-- ¡Buenas tardes! ¿Cómo se encuentra hoy?

-- Estic pitjor. Puc dir totes les paraules, però no puc parlar en castellà. Aquí té els exercicis que em va donar.

-- ¡Soberbio! Con Ud. he probado mi nuevo método de desbloqueo lingüístico. Ha sido un éxito. La siguiente fase consistirá en realizar otros ejercicios.


-- ¡Hola! ¿Qué tal está?

-- Más o menys. Ara hablo en una barreja que casi no entiende ningú.

-- ¡Estupendo! Poco a poco verá cómo va mejorando...Cada quincena Luis iba puntual a su cita, apreciando una notable mejoría. Gradualmente, las palabras huidas –como las últimas piezas de un puzzle—volvían a ocupar su lugar en los huecos diseminados por sus escritos. Joan obviaba los sonidos molestos, mientras Luis aprendió a desterrar los altisonantes. Dos voluntades que supieron aunarse, prosiguiendo juntas un mismo camino.

Dolores Marín

LANCE PIEDRAS CONTRA EL CRISTAL




Lancé piedras contra el cristal de tu ignorancia
Volví una y otra vez a sacudir tu letargo amoroso
Te obsequiaba con poemas inventados para ti
Cedía a tus caprichos y perdía gota a gota mis recursos.
Hubiera deseado un gesto intrépido, valiente
“…Un presentarse sin avisar
Una llamada sin previa,
Un mensaje que hiciera voltear campanas…”
¿Por qué siempre esperamos lo contrario de lo que acontece?
Será que el deseo vuela siempre más alto que la realidad.
Y a veces hasta hipotecamos la vida que nos vive.
Será que los miedos son como cuerdas de ahorcado
Que cuanto más intentas zafarte más asfixian.

La vida es breve te conté un día
Y asentiste con un movimiento pendular de tu cabecita dorada
Esperé inútilmente un duelo de opiniones
Un manantial de argumentos
Una porción miniaturista de tu sentir.
Pero no hubo nada, tan sólo vacío largo y negro
Tu voz se resguardó en sus mazmorras
Y aunque tus ojos lanzaban mensajes inconexos
La tonadilla era tan rala como el fondo de un plato vacío.

Dejé de creer hace años en las protecciones
En las guardabarreras emocionales
En la necedad del:
“…mejor lo dejamos ahora,
Mejor no arriesgarnos,
Mejor no tentar al destino…”
El universo, mi querida mujer ambigua
Es de las valientes, de las osadas y atrevidas
De las que son paladines de nuevas aventuras
Las resueltas a avanzar aunque sea cayendo
Las audaces que no temen abrir los brazos y vaciarse
Las determinadas a ser un infinito de posibilidades
Las leonas en la selva del aburrimiento
Las estoicas antes los mordiscos de la vida
Las invencibles que se renuevan a golpe de inspiración.
Las que no preguntan si amar es una tontería,
Sino que aman sin porqué.
Puedo entender la timidez y el apocamiento
Pero detesto la mojigatería y la estupidez,
Los recursos fáciles de las timoratas y encogidas
Los pasos atrás de las indecisas e inmorales.
Tú tan sólo eres pusilánime… ¿tan sólo?
Lenta en recursos y menguada en confianzas
Alardeas de virtuosa y ni siquiera la cortesía te adorna.
Pero no hay nada que temer:
La vida en última instancia coloca a cada una en su lugar
Cierra una puerta pero abre millones de balcones.
“…Tal vez no aquí,
Tal vez no ahora,
Tal vez no contigo…”
Estoy convencida que en la eternidad
Seremos dos sombras fugaces e inmortales.
Sólo nos diferenciará la embriaguez del amor cumplido.

Consol S. Buendía