pintura de Montserrat Gudiol
Ya no hay muros que oprimen
Ni ruge la fiera hincando sus garras.
Cayeron las rejas que ardientes mordían.
Mi carne gélida no oye, ni siente,
no tiene respuesta.
Alrededor, solo luz cegadora,
agua limpia que fluye,
manantial que brota purificador
en lo hondo del alma.
Ni ruge la fiera hincando sus garras.
Cayeron las rejas que ardientes mordían.
Mi carne gélida no oye, ni siente,
no tiene respuesta.
Alrededor, solo luz cegadora,
agua limpia que fluye,
manantial que brota purificador
en lo hondo del alma.
Carmen Marquès
26/. 11/.08
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada